La UMU, ¿cómplice en el “greenwash” de petroleras y automovilísticas?

Estimada Comunidad Universitaria:

Me gustaría llamar vuestra atención sobre la estrategia adoptada por nuestra Universidad en lo que se refiere a sus campañas de sensibilización medioambiental. Me refiero concretamente a las II Jornadas de Medio Ambiente y Sostenbilidad, que se celebran estos días en el Centro Social Universitario, y que en mi humilde opinión están convirtiendo a la UMU en cómplice de la publicidad engañosa y el lavado de imagen a que nos tienen acostumbrados las “sostenibles” industrias automovilísticas y petroleras.

En primer lugar, os invito a observar por un momento el folleto en el que se anuncia el programa de dichas jornadas, que comienza diciendo algo así: “Esta mañana me he propuesto dejar mi coche en el garaje y acercarme en autobús a la Universidad”. Si ahora dirigimos nuestra mirada a la parte inferior derecha del panfleto, cuál será nuestra sorpresa al ver que tres de las empresas patrocinadoras son del sector automovilístico, y una petrolera. Pero, ¿no habíamos quedado en dejar el coche en casa? Y es que, por contradictorio que parezca, los coches son una parte importante del programa de las Jornadas de Medio Ambiente de este año. Claro, con la crisis económica apretando y las ventas de automóviles en caída libre, los fabricantes han hecho de la “sostenibilidad” su bandera para convencer a una sociedad cada vez más preocupada por “la otra crisis” (la medioambiental), de que sus coches son “ecológicos” y comprándolos “ayudamos a cuidar del planeta”.

Que nos bombardeen con publicidad engañosa en los diferentes medios, es algo que tenemos que soportar resignados. Ahora bien, que nuestra Universidad colabore con este “lavado verde” de forma tan descarada me parece ciertamente inapropiado para una institución pública en la que deberían prevalecer los principios sobre las apariencias, y la responsabilidad medioambiental sobre el negocio de la industria. Aplaudo los esfuerzos que la UMU viene haciendo en materia de mejora de la eficiencia energética, reducción del consumo hídrico o fomento del reciclaje, pero éstos deben ir acompañados de una política coherente, también en temas de movilidad. En mi humilde opinión, la construcción de más y más aparcamientos en el campus (zona norte) y la promoción de coches “ecológicos” no es la forma más adecuada de disuadir el uso del vehículo privado, ni de conseguir un transporte al campus más sostenible. Así que, desde aquí quiero mandar un claro mensaje: ¡Basta ya de greenwashing en la UMU!

Por último, me gustaría denunciar al otro gran actor en esto del “lavado verde”, que también está presente en las Jornadas de Medio Ambiente de la UMU. Se trata de la petrolera Shell, que participa en las jornadas por medio de su “Shell Eco-marathon” (una iniciativa mundial que reta a estudiantes de todo el mundo a diseñar vehículos que compiten en eficiencia). Enmarcando el eco-marathon en las Jornadas de Medio Ambiente, la UMU es cómplice del lavado de imagen de una empresa cuyos flagrantes delitos medioambientales son de sobra conocidos. En Alberta (Canadá), Shell está literalmente arrasando una superficie de bosque boreal equivalente a un tercio del tamaño de España, para extraer petróleo de partir de las arenas bituminosas (“oil sands”) del subsuelo, transformando el paisaje en un devastador escenario inerte de enormes lagos tóxicos artificiales fruto de la separación del crudo. Creo firmemente que la UMU no debería asociar su imagen a la de una empresa que no sólo atenta contra la naturaleza sino también contra los derechos humanos, alimentando la corrupción, pobreza, enfermedad y el conflicto a través de sus actividades petroleras en Nigeria.